III MEDIA MARATÓN DE CÁCERES

Me levanté sigilosamente a las 8 y desayuné vol y medio de cereales y una barrita energética. La noche anterior lo había preparado todo: la camiseta de Tierra y Olivo, mis piratas negros, las zapatillas ASICS, el móvil (mi crono) y el gel Isostar de manzana.La tropa se fué despertando, desayunando, preparando en las horas siguientes. Aparcamos media hora antes de la salida en las cercanías del Parque del Príncipe. Ya en Cánovas empecé el calentamiento subiendo y bajando el Paseo.Mi objetivo de este año es bajar de 1:30:00 en la Media. Siendo mi mejor marca 1:34 (en Tierra y Olivo el pasado Noviembre) y teniendo en cuenta que varios compañeros del club me han comentado que a aquella Media le faltaban 200 o 300 metros, puede que sea un objetivo demasiado ambicioso. En cualquier caso, la Media de Cáceres está homologada y me iba a servir para tener una marca "oficial" en la distancia. Cinco minutos antes de la salida llamaron a los más de 400 corredores participantes y el "speaker" presumió del origen diverso de los mismos. Sonreí cuando escuché "Dos Hermanas". Y entonces la Alcaldesa dió la salida.Estaba entre gente preparada, de muchos clubs, militares... Voy con ellos sin darme cuenta de lo deprisa que van. Incluso bromeo con la cabeza de carrera cuando me los encuentro de frente ¿dónde vais tan deprisa? ¡esperadme! Es raro, pero sentía frío, incluso busco el sol bajando Gil Cordero (y eso que el termómetro superaba los 25º). Sigo bien en la Avda. Alemania persiguiendo a un grupo de 4 corredores del mismo club pero en el regreso hay una pequeña cuesta que me rompe un poco el ritmo. Intento "masticar" el gel de manzana pero tengo la boca seca y noto el estómago pesado. Completo la primera vuelta en 29:23 a un promedio de 4:12, demasiado rápido. Llego a pensar que incluso puedo bajar de 1:30.Nada más lejos de la realidad, en la siguiente súbida de Gil Cordero ya empiezan los problemas. Me pesan las piernas (era todavía el km10). Me resisto pero empiezan a pasarme algunos corredores que no han utilizado mi famosa estrategia "kamikaze". En la bajada intento apretar pero noto que se me acelera el pulso y dejo de forzar. Llegando de nuevo a la Cruz de los Caidos (donde María y las niñas me estuvieron animando toda la carrera) estaba bastante mal y no pude disimularlo: doble preocupación. Al girar en la Avda. Alemania la cuestecita me pareció un muro, las piernas flaqueaban, y en el avituallamiento, al final de la subida, bajé el ritmo para poder beber (me costó tragar agua durante todo el recorrido). Lo único que me aliviaba (el calor, que ya sí sentía) eran las esponjas mojadas. Miré el reloj de nuevo en línea de meta (1:0:51, los segundos 7 Km en 31:28 a un promedio de 4:30). Esta no iba a ser la Media para bajar de 1:30.Me sentía mal, con naúseas y busqué un ritmo de supervivencia. En ocasiones cerrar los ojos me ayudaba a olvidar la fatiga, el dolor de las piernas, el cuello y los hombros. Todavía quedaban otros 7 kilómetros (y pico). Bajando por última vez la Avda. Alemania me recuperé un poco pero no malgasté las pocas fuerzas que me quedaban y las estiré hasta la recta final en Cánovas, que se me hizo eterna. Veía a lo lejos que iba a bajar mi marca y eso me dió la adrenalina suficiente para apretar hasta el final. En meta 1:33:05 (MMP). Hice los últimos 7097 metros en 32:14, promediando 4:33.Ya en línea de meta dí un recital de todo lo que no se debe hacer: paré de golpe, bebí bebida isotónica fría a grandes tragos y apenas estiré. No tardé ne sentirme mareado, y las naúseas dieron paso a una descomposición de estómago. Tardé 15 minutos en poder volver a andar. Curiosamente la baguette de jamón y queso que daban en la bolsa del corredor fué lo único que me sentó bien. ¡Y después del bocata, el almuerzo, la merienda y la cena, el día siguiente seguía pesando casi 2 kg menos que antes de la carrera!Sin desmerecer el lado positivo de haber conseguido MMP, creo tengo que reflexionar y aprender de los errores.

Victor M. Varela